miércoles, 25 de marzo de 2009

MIS VECINOS


Por la ventana de mi salón veo las antenas, las chimeneas y el amianto de los tejados. Un poco más abajo, el hijo de los vecinos juega con una consola conectada a la televisión. Simula que es un soldado y mata otros soldados entre las ruinas de una ciudad. Cuando le matan a él, mueve rápido los dedos y la partida comienza de nuevo en el sitio donde se quedó. Desconoce que, en las entrañas del aparato, hay costillas de algo que se llama tantalio.

Por la ventana de la cocina me asomo a un patio interior gris, donde la luz no se atreve a entrar. El hijo de otros vecinos limpia un kalashnikov con lentitud. Mientras pasa un cepillo de dientes por el interior del cañón, sueña que juega a la pelota. Cuando lo maten, se lo comerán los buitres en el sitio que caiga. Desconoce que, en las entrañas de la tierra que pisa, hay una mezcla de minerales llamada coltán.





8 comentarios:

Anónimo dijo...

dos niños de dos realidades diferentes... dramatico!!!

Martín

Lola dijo...

Como el segundo vecino, ya van 3 millones y medio de niños muertos. Se dice pronto la cifra, pero imaginarlo cuesta un poco más.
Y todo para poder mandar mensajes por el móvil...

Lara dijo...

qué bueno, lobo

Sara Royo dijo...

Tu relato deja un poso de tristeza... Los niños deberían estar siempre a salvo.
Un besico.

Ausente dijo...

supongo que soy demsiado ignorante, tampoco se que es tantalio ni coltan!

Zoe dijo...

es una maravilla la reflexion que provocas con apenas dos parrafos,..porque es una realidad que esta aqui al lado, aunque a veces estemos tan centrados en la nuestra que no la percibamos, un besote

Beckett dijo...

La palabra tiene misterios que solo escribiendo se conocen. Felicidades por tus relatos

Gota de tinta dijo...

me gusta la forma que tienes de expresarlo.

muy interesante