martes, 1 de septiembre de 2009

Invierno


Sólo le quedaba la idea de sobrevivirle, de no dejarle solo, en carne viva, frente a la residencia, al desayuno a las nueve, las visitas desganadas de los nietos cada domingo alterno, los atardeceres interminables.
La vida era algo que había pasado fugazmente, apenas unos recuerdos de algunos cumpleaños, del hermano muerto en la guerra o de las vacaciones que fueron con los hijos a las Canarias. Respirar siempre se hace corto.
No le faltó la complicidad de la nieta, ni el valor, ni la sonrisa, al deshacer las pastillas en el zumo de naranja. Él siempre había sido raro con los desayunos. Se cansaba pronto de todo. Tan pronto pasaba una temporada comiendo fruta como la abandonaba de repente y se pasaba al café con leche y magdalena, o dejaba éste y continuaba con el pan untado en tomate.
Bebió el zumo. Estaba guapo como cuando la llevaba a cenar, o cuando hacían el amor en el coche por descampados hostiles. Se lo contó. Y él sonrió. Siempre me has cuidado demasiado, dijo, y los ojos se le fueron cerrando.
Esperó unos minutos, luego llamó a la enfermera. Pobre señora María, le consolaban, pobre señora María.

12 comentarios:

Sara Royo dijo...

Cosquillas, q preciosidad de relato. La larga espera ha merecido la pena.
besicos.

Unknown dijo...

Buf, qué sensaciones me ha devuelto este post. Me ha venido a la cabeza una conversación con una amiga holandesa cuando estaba allí de erasmus. Más que conversación, ella habló y yo empecé a digerir lo que había dicho:
"Me voy a despedir de mi abuela porque el jueves se muere"

beckett dijo...

Y para decirte te escribo que hay mucha primavera en tu precioso invierno

Angeles dijo...

Es una historia terriblemente hermosa, “terriblemente hermosa”, no es un adjetivo escogido porque si, es terrible porque habla de dolor, de adioses y despedidas; y hermosa porque habla del amor por encima de tiempos y espacios.

Un beso agradecido por el hermoso relato

Ausente dijo...

Corto pero conmovedor. Graciar lobo.

Anónimo dijo...

Qué forma de relatar toda una historia en unas cuantas líneas, delicioso relato Saludos

Sher dijo...

Despedida triste pero encantadora, a la vez.

PD. No tienes que pedir permiso para acceder a mi blog, ya no lo tengo restringido.

Saludos ^^

Crisandbar dijo...

qué intensidad en tan pocas palabras...
admirable :)

Milay dijo...

Me hiela...
bello.

Estoy de vuelta... y vengo a verte. Mis salu2

Anónimo dijo...

saludos! cuando habrá nuevas entradas?

Ausente dijo...

Que bonito texto! Cotyo, pero tan lleno de brisa. Me encantó. Por cierto, volví!! Espero que me comentes, guapo.

descalza dijo...

Hola; sólo te quiero recordar que ya ha pasado el invierno, y que estamos en primavera... por si se te ocurre rebrotar.

Saludos.